Siempre que tengo la oportunidad, hablo de mi padre y como gracias a él decidí estudiar arquitectura.

Para mi, él es el mejor arquitecto del mundo, un dato curioso es que mi padre ni siquiera es arquitecto; pero todos sus años trabajando en la obra, su pasión por ello, sus ganas de aprender,… Han hecho que hoy en día tenga un conocimiento muy abundante sobre la arquitectura; fue él quien me introdujo a este mundo.

El grado en arquitectura ni siquiera estaba entre mis opciones hace unos años, aunque mi padre siempre me lo proponía, yo estaba decidida a estudiar algo relacionado con la sanidad; estaba muy confusa, y decidí darle una oportunidad a este grado; vi vídeos, me informé, y sorprendentemente se convirtió en mi meta. Me enorgullece saber que mi padre está feliz y orgulloso por que su hija estudia arquitectura. Y espero algún día ser la mitad de lo maravilloso que es él y tener la misma pasión y conocimiento por este campo.